Orestes entrena, el cual consiste en que Benigno, el jardinero, suelta los perros guardianes y persiguen al muchacho, logrando con esto entrenar con éxito de una manera peculiar. En su recorrido se encuentra con la muchacha, quien asustada corre hacia la piscina. Allí, ella se detiene al borde. Orestes decide empujarla. Ambos caen dentro de la piscina. Éste se sorprende al saber que la gorda no es otra que su prima Valentina.
Valentina, llora mientras se come un chocolate. Aparece Orestes, con intenciones de disculparse ante el incidente acontecido en la piscina. Él la retiene con ternura, le limpia las lágrimas tomándole el rostro entre sus manos. La muchacha nerviosa al tenerlo tan cerca, cierra los ojos al sentir que el beso es inminente.
Valentina – asustada - se arrodilla junto a Orestes. Éste abre los ojos y en un movimiento brusco, queda encima de ella. La muchacha lo mira sorprendida.
Orestes, frente a una bolsa de arena que tiene en el jardín, practica boxeo descargando su rabia. Llega Benigno, al que cuenta lo sucedido con su prima. El jardinero le recomienda regalarle una flor a la joven. El muchacho pondera la idea.
Chiqui cuenta lo acontecido en el viaje, mientras realizan comentarios irónicos sobre la gorda. Orestes se impone para defender a su prima. Ariadna aprovecha la oportunidad para invitar a la gorda a una fiesta.
Olimpia – ebria – se sobresalta junto con Roque al escuchar un ruido proveniente del cuarto de Valentina. La mujer, decidida, gira con gran cuidado la manilla de la puerta.
Valentina metida en un probador trata de medirse un vestido, convencida por las malvadas chicas. Chiqui se retira a otro probador. En eso llega Orestes, a quien su hermana engaña, convenciéndolo de que su novia se encuentra en el probador de enfrente. Éste abre descubriendo a Valentina desnuda. Ella – horrorizada – se cubre precariamente.
Orestes luce impaciente en el transcurso de la filmación del comercial. Se intercalan planos con los comentarios irónicos del locutor para Valentina y las alabanzas para la esbelta Raquel. Orestes queda indignado al ver caer sobre Valentina una carga considerable de tierra.
Olimpia y Ariadna esperan, junto a sus amigos, la presencia de Valentina,. Todos quedan asombrados cuando llega Orestes y les notifica que la gorda no asistirá a esa reunión de hipócritas.
Franklin conduce al tiempo que advierte a Valentina el sufrimiento que le pueden causar los Villanueva. El policía retira por un instante la vista del camino, cuando de pronto inesperadamente un motorizado se cruza en la vía. Es inevitable el impacto. En el pavimento yace inconsciente Orestes.
En la sala Villanueva, Chiqui y Olimpia culpan a Bella por acabar con la armonía de la familia. Saliendo del despacho con Franklin, De la Rosa asegura que Mercouri desde hace mucho tiempo ha logrado que los Villanueva peleen entre sí. Olimpia exige una explicación por la presencia de la joven allí.
Después de hacer el amor con Olimpia, José la increpa para conocer el motivo por el cual cambió su verdadero nombre. En eso Olimpia recibe la visita de Orestes. Sin saberlo, padre e hijo se encuentran frente a frente.
Cuando Franklin se dispone a marcharse, luego de no hallar nada extraño en el bar, divisa el ostentoso collar en el piso. Acosa a Orestes para que confiese a quien pertenece.
A solas, Chiqui interroga a Orestes porque quiere saber si Franklin tiene razón al sospechar que su esposo tiene algún vínculo con el forajido. El protagonista logra evadir el tema, aunque su esposa no queda muy convencida. Chiqui se extraña porque la presencia de su marido allí es porque supuestamente la buscaba. ¿Para qué?
Orestes confiesa que gracias a los besos de Bella, ha logrado olvidar a Valentina. Lo que no entiende es por qué para De la Rosa son tan importantes esas cartas.
El joven se ofrece a velar sus sueños; ella lo rechaza sacándolo de la habitación. Bella sabe que le hace falta estar con Orestes, pero está convencida que es un hombre prohibido para ella.
Pacheco le informa a Bella que Olimpia hacer los movimientos de una constructora que posee a nombre de María Joaquina Crespo. También que la malvada mujer invierte millones en un ambicioso proyecto vacacional. De la Rosa está segura que ese es el dinero de la herencia de Luis Felipe que Mercouri arrebató a Celeste. Cuando se dispone a salir, Román la intercepta impidiéndoselo.
Chiqui finge indignación, pero eso no hace cambiar de idea a Orestes. Se siente perdida, ya que si el protagonista descubre su farsa, la separación será inminente.
Entre la discusión, Franklin sujeta con fuerza a Chiqui mientras le insinúa que está celosa de Bella, porque hasta su esposo la prefiere. Desconfiado, Orestes los sorprende.
Valentina cree que Orestes ha vuelto a jugar con sus sentimientos por lo que debe olvidarlo. En eso es sorprendida por el Lirio de Plata quien asegura que desea partirle el alma a quien la hace tan infeliz.
Chiqui alega que se sintió sola con el bebé y, en medio de su desesperación, decidió interrumpir el embarazo. Ahora está arrepentida. Franklin no cree en la mujer; piensa que su acción se debió más a cuidar su cuerpo que a sentimientos. Orestes le promete a Chiqui que a su hijo nunca le va a faltar el amor de su padre. Tras manifestarle que lo ama, Chiqui se funde en un beso con su esposo.
Bella le pide a Orestes que se case con ella; Villanueva –tras recordar su promesa a Chiqui- se niega pues no puede dejar solo a su hijo. Bella en medio del llanto llama a Franklin para que la saque de allí, no desea estar ni un minuto más frente a Villanueva. Orestes ve alejarse a la joven en compañía de Carreño.
Orestes le reprocha a Bella su actitud por la que Jordi estuvo a punto de dispararle. El joven Villanueva le aclara que solo desea besarla para hacerle ver lo que siente por ella. Orestes está seguro que en la vida de Bella hay otro hombre. La mujer lo niega. Olimpia interrumpe la charla pues ha ido a revelarle a su hijo la farsa que representa Bella de La Rosa. Después que sepa la burla de la que han sido víctimas no querrá ver más nunca a la mujer. Valentina está segura que Olimpia ha decidido contarle quien es ella realmente a su hijo.
Chiqui – en compañía de Valentina – toca insistentemente la puerta de la habitación de Ariadna, quien deprisa esconde a su novio en el baño. La joven modelo le propone a su amiga mostrarle la sorpresa que le tienen a la gorda. Así como también convencerla de que quieren entablar una gran amistad.
Orestes indaga con Franklin cuánto tiempo estará detenido. Aprovecha la ocasión para hacerlo cómplice de Valentina pues asegura que Carreño sabía que Valentina y Bella son la misma persona. Franklin lo niega. Villanueva nunca perdonará la burla y traición a la que Valentina lo ha sometido.
Con el celular en la mano, Román continúa amenazando a Valentina con llamar a Orestes si ella no concursa. En su desesperación, la gorda acepta para luego irse corriendo. Román sonríe triunfal, pues ha logrado su cometido.
Orestes convence a Valentina que no participe en el concurso para evitar que se burlen de ella nuevamente. La abraza conmovido cuando son interrumpidos por Olimpia, quien observa con desagrado el gesto. Los jóvenes la miran sorprendidos.
Se descubre la existencia de una gran cantidad de pagarés presuntamente firmados por la difunta a favor de Olimpia. La frívola mujer le advierte a Valentina que tendrá que entregarle la casa para poder cancelar la deuda.
Cuando consideran innecesaria su estadía allí, Pacheco y Tza Tza deciden llevarse a Valentina. Consternado, Orestes le ruega a su gorda bella que no se vaya.
Cuando consideran innecesaria su estadía allí, Pacheco y Tza Tza deciden llevarse a Valentina. Consternado, Orestes le ruega a su gorda bella que no se vaya.
Valentina se imagina a Orestes arrodillado frente a ella, mientras Franklin le ofrece una flor. Al salir de la ensoñación y después de pensarlo, Valentina le propone a Franklin ser novios.
Tras las acusaciones de Pandora, Olimpia, fuera de sí, la cachetea insinuando que su hija está demente. En eso llegan Franklin y Jordi con una orden de cateo. Todos se miran perplejos.
Tza Tza decide buscar empleo como actriz para poder pagar los intereses de la hipoteca, así como también impedir que Olimpia siga destruyéndolas. Orestes, quien ha llegado, intuye que ella mandó a Franklin para que apresara a su madre.
Olimpia se compromete a devolver la casa a Valentina cuando ésta reciba la herencia de su padre. Orestes no lo puede creer. Celeste decide realizar el compromiso por escrito, para legitimar a su sobrina como la única heredera de la casa. Juan Ángel se presenta en compañía de Valentina.
Al día siguiente, todos se disponen a desayunar en la pensión. Tza Tza se extraña de que Franklin no bese a su supuesta novia. En tono de reclamo, Carreño insinúa que a Valentina le agradan otros besos. Abismada, la actriz le exige a su sobrina una explicación.
Ariadna, con ayuda de sus malvadas compañeras, decide darle un saludo de bienvenida a la gorda. Valentina las mira aterrada, mientras ellas la rodean con malicia.
Lorenzo enfurece cuando su esposa le recuerda que no debe despreciar a la gente humilde, pues de allí proviene Chiqui. Sin prever que Orestes, quien ha llegado de imprevisto, ha logrado escuchar la revelación de los esposos Lorenz.
Valentina trata de explicarle a Franklin su presencia en la publicidad. Orestes intenta defenderla. Cegado por los celos, Carreño le exige a su novia que lo acompañe, o da por terminada la relación.
Olimpia mira con resentimiento a Aquiles por haberle confesado a Valentina lo que pasó en la casa de citas. Recuerda cuando le ordenaba a Roque llevarlo a ese lugar. Fuera de sí, lo sacude con violencia mientras asegura que todo lo ha hecho por el bien de sus hijos. Orestes y Valentina irrumpen, quedando impresionados ante la actitud de la mujer.
Olimpia finge alegría al ver a Aquiles, celebrando que la felicidad ha regresado a la casa. Orestes se presenta en el lugar contrariándola, pues considera que allí no habrá dicha hasta quitarse las máscaras y confesar las verdades.
Roque disimulando su cojera se retira. Al quedar a solas, Orestes revela a su madre el deseo de saber si Josema y José Manuel Sevilla son la misma persona.
El médico diagnostica que Pandora sufre de un trauma por algo que vio. Valentina recuerda que la joven le comentó que estando escondida en el closet del estudio de Luis Felipe, ella presenció algo que la perturbó. Olimpia, quien ha escuchado sin ser vista, concluye que Pandora sabe que ella mató al hombre.
Mientras Celeste hace sus maletas, Valentina la tranquiliza prometiéndole que se preparará para tomar las riendas de la familia. Aliviada, la anciana la abraza al tiempo que le advierte que Olimpia es una enemiga muy fuerte, pero ella ha dejado todo listo para obligarla a respetar a la heredera.
Ante la torpeza de Nereida al no saber qué decir, un audaz Román inventa estar preparando una cena sorpresa para Olimpia. Ninfa escucha a escondidas cuando Olimpia se dispone a ir en compañía de Roque a casa de Tza Tza en busca de Pandora.
Luego de contemplar una foto de sus padres, jurando dar con la verdad sobre Olimpia, Valentina se dispone a dormir. Alarmada, ve una sombra. Ella no sabe que es Roque. Éste - amenazante - tensa una cuerda.
Viendo como Orestes evade las insinuaciones de Débora, asegurando que le importa más la belleza que va por dentro, Alejandro le asegura que jamás se enamoraría de una gorda como Valentina. Tras la molestia del protagonista por el comentario, Alejandro duda si su amigo sería capaz de hacer el amor con la gorda.
Con el apoyo de las demás concursantes, Chiqui intenta cachetear a Valentina, culpándola de haberle robado a Orestes. Ariadna le ofrece a su prima otra paliza. Valentina las amenaza si le llegan a poner un dedo encima.
A pesar de la pena, pero seducida por la mirada de Orestes, Valentina empieza a desnudarse. Él mira enamorado a su gorda bella. Sus cuerpos desnudos se funden en un abrazo.
Orestes entra en la habitación de Valentina, trayendo consigo la bandeja. Consintiéndola, toma un bocado con el tenedor pretendiendo darle la comida en la boca. Ella lo mira emocionada.
Orestes trata de explicar a Valentina que él quiere ganarse la confianza de su madre, para saber lo que pretende hacer contra ella. Cuando está a punto de besarla, Franklin irrumpe en el lugar, enfurece al verlo.
Leyendo los papeles dejados por su padre, Valentina descubre horrorizada que el verdadero nombre de Olimpia es María Joaquina Crespo; concubina de un contrabandista llamado José Manuel Sevilla.
Mientras Valentina hace sus maletas, le cuenta a Tza Tza su desventura. Consiguió a Orestes haciendo el amor con Chiqui en el mismo lugar donde estuvo con ella.
Olimpia considera innecesario ese viaje. Pues con astucia pueden hacer cualquier cosa para impedir que Valentina maneje sus cuentas. Orestes llama a su prima. Al contestar, Valentina queda impresionada al escuchar la voz de su amado.
Chiqui propone un brindis por su felicidad junto a Orestes. Entrando, la misteriosa mujer de la iglesia (Valentina) brinda por los novios y la familia Villanueva.
Chiqui, apoyada por Olimpia, insinúan que Bella es cómplice del ladrón. Al ser interrogada por Franklin, se descubre que ella estaba sola en el despacho. Iracunda, Olimpia le exige una explicación por su presencia en ese lugar.
Ante la actitud altanera de Bella, Orestes le ordena presentar una mejor propuesta para el día siguiente a primera hora. De lo contrario, la considerará despedida. Para ella es demasiado trabajo en tan poco tiempo.
Bella no sabe qué decir cuando Tza Tza la enfrenta, mostrando las cenizas y el retrato de Eva. Le exige una explicación, porque Valentina jamás se separaría de esas cosas.
En la publicidad, Alejandro reconoce a Beatriz por un reportaje de una revista. Ella finge no recordarlo. Bella se topa con Chiqui y Orestes. Para provocarlos, saca la ropa de Orestes que se llevó puesta. Una histérica Chiqui exige una explicación. Cree que la vestimenta con que llegó su esposo la noche anterior es de Bella.
En un restaurante de lujo, Chiqui le da un suave beso en los labios a Orestes, justo cuando vienen llegando Bella y Franklin. La protagonista lucha para no demostrar los celos que esto le provoca.
Aprovechando que Tza Tza llega en compañía de Juan Ángel, Carreño confiesa lo que acaba de hacer Orestes. Esto deja estupefacto al jefe de la familia Villanueva.
Bella intenta convencerse que odia a Orestes tanto como a Olimpia. Maquinal, se comunica a la casa Villanueva. Roque y su jefa no pueden creer que Valentina los esté llamando