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La sorpresa se apodera de Nicolás cuando Victoria, para demostrarle que ella es tan malvada como él cree y darle una razón para odiarla, admite haber matado a Leopoldo Alcoy. Fernanda contrata a Grillo, un hombre que se va a encargar de secuestrar a Hilario para darle una buena paliza; Leopoldo sabe que tiene que darle explicaciones a su familia de los motivos que tuvo para desaparecer, pero primero quiere conversar a solas con Federico sobre lo ocurrido. Victoria le confía a Clementina que le dijo a Nicolás que fue ella quien mató a Leopoldo porque está convencida de que ni un milagro va a acabar con el odio entre ellos.